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jueves, 23 de noviembre de 2017

Rincones

Recorriendo los rincones con sus paisajes de los pueblos de Cantabria 






Un salto de agua de 50 metros de altura (El salto de Asón)

El río Asón brota en un paisaje kárstico, para dar un salto al vacío desde 50 metros de altura y proseguir por un valle glaciar. Una puesta en escena natural magnífica que por sus efectos (en el sitio del salto) se conoce como el “valle donde nace el arco iris”. Para disfrutar de éstas vistas, hay que remontar el camino que sigue el curso del río desde el poblado de Asón, a modo de paraíso para senderistas.

Época

El edificio fue construido, entre 1883 y 1885, por el arquitecto D. Cristóbal Cascante Colón, según proyecto del arquitecto D. Antonio Gaudí Cornet. El encargo partió de D. Máximo Díaz, concuñado del primer Marqués de Comillas.

Descripción

Tiene una planta muy complicada, siendo en general un edificio muy rico en detalles decorativos que recoge diversas influencias locales y foráneas, como los elementos neomudéjares.
El edificio ha sufrido importantes reformas, sobre todo por el interior. Tiene un cuerpo principal al que se adosa una airosa y peculiar torre cilíndrica. Está profusamente decorado, destacando las bandas de cerámica con flores de girasol. Tiene balcones y barandillas de hierro, alternando en los muros los aparejos de sillería en los bajos y los ladrillos en la parte alta, todo ello de gran originalidad. Está concebido como un palacete oriental, si bien con un planteamiento orgánico, es decir, el edificio se articula bajo la idea de que es algo vivo en la que cada una de sus partes debe orientarse hacia un lugar concreto, en función de su uso. Además, este edifico se planteó estéticamente para ser mimetizado por la vegetación circundante, lo cual es apreciable por la elección de los verdes como colores predominantes entre la rica ornamentación del edificio. Cada fachada es diferente a las demás, contribuyendo a dar una heterogeneidad formal que sorprende y, en ocasiones, descoloca al observador. En resumen, la idiosincrasia particular de este monumento hace de él un auténtico “capricho” arquitectónico y ornamental.



9. Un pueblo costero con encanto (San vicente de la Barquera)

Un estuario, una histórica iglesia gótica, un antiguo convento, un castillo, una pausa en la ruta que une el Camino de Santiago de la costa con el Camino Francés. Playas, y una enorme área protegida (Oyambre). Son demasiadas las razones para resistir enamorarse de éste sitio cántabro que abre la lista:





Un poco de su historia para situarnos

La capital de Liébana aparece mencionada documentalmente desde mediados del siglo IX  a la época medieval y, aunque no se encontraron restos de la antigüedad y de su posible ocupación, sí sitúan en ella restos de la prehistoria por los vestigios encontrados en la región de Liébana. Acogería también a los habitantes de la época prerromana y, por supuesto, a los romanos. Aquí desarrollarían además sus luchas medievales las poderosas casas de los Mendoza y los Manrique pero desde finales de esta época Potes estaría vinculada a la Casa del Marqués de Santillana primero y la del Infantado después.





Distintas imágenes con arbolado y acantilados, un abanico de colorido: los verdes de Cantabria tienen una gran variedad  como los ocres  















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